Uveitis y Enfermedades Autoinmunes

Introducción

El término uveítis describe un proceso de inflamación intraocular. La úvea constituye la capa intermedia de las tres que conforman el globo ocular, situándose entre la esclera (anterior) y la retina (posterior). Es una capa eminentemente vascular en la que distinguen tres zonas anatómica y funcionalmente bien diferenciadas: la úvea anterior formada por el iris, la intermedia o cuerpo ciliar y la posterior o coroides.

Se ha definido la incidencia de uveítis en la población general de 52 casos/100.000 habitantes/año y una prevalencia del 0.1%.

Y aumenta su relevancia clínica, al conocer que las uveítis son responsables del 10% de los casos de ceguera en los países desarrollados. Existen numerosos datos epidemiológicos que relacionan la uveítis con patología reumática: como que entre los pacientes con espondilitis anquilosante la uveítis aparece hasta en un 40% de los casos, o que en los pacientes con el patrón de uveítis identificado como uveítis anterior aguda recidivante unilateral existe alguna forma de espondiloartropatía en más del 50% de los casos.

Además, en una consulta multidisciplinaria de uveítis, aproximadamente la mitad de los pacientes con patología reumática asociada se diagnostica “de novo” a partir de la uveítis.

Aproximadamente en la mitad de los pacientes que presentan un cuadro de uveítis no es posible llegar a un diagnóstico etiológico después de una evaluación exhaustiva, y son diagnosticados de uveítis idiopáticas. Sin embargo muchos de estos cuadros tienen una base patogénica autoinmune y deben ser tratados con antiinflamatorios o inmunosupresores, para lo cual es también frecuente que se requiera la ayuda de un reumatólogo.

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Enfermedad Autoinmunes

Es importante realizar una correcta caracterización del patrón de presentación oftalmológico; así como una anamnesis y exploración general, junto con una analítica básica, radiología tórax y serología luética. Para definir las características de cada proceso y poder optimizar el tratamiento más específico y evitar y/o minimizar las comorbilidades secundarias. Descartar los síndromes primariamente oculares en las siguientes entidades reumatológicas:

  • Espondiloartropatías: el 20% de los pacientes con procesos inflamatorios asociados al HLA-27positivo desarrollarán un proceso de uveítis anterior, existe una relación 2:1 a favor de los varones en el desarrollo de estos procesos, por regla general es unilateral, es frecuente las recurrencias pero por lo general el pronóstico es bueno.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal y psoriasis: la asociación con uveítis es del 3% y el 7% respectivamente. En un 45% se asocia a la presencia de HLA-B27positivo. Señalar como diferencia a las previas que su presentación es frecuente bilateral, posterior, de inicio insidioso, es más frecuente en mujeres.
  • Sarcoidosis: aproximadamente el 20% de los pacientes con esta entidad desarrollan uveítis como manifestación inicial. La afectación ocular puede tomar diferentes entidades que incluye uveítis, ojo seco, neuritis óptica o enfermedad orbitaria. El paciente con sarcoidosis se asocia frecuentemente a vasculitis retiniana. Las manifestaciones oculares pueden persistir a pesar de de la resolución de las adenopatías.
  • Enfermedad de Bechet: el 80% de los pacientes con esta entidad desarrollan uveítis, de hecho frecuentemente la uveítis es la manifestación más dominante de la enfermedad la que condiciona su pronóstico. Por regla general es bilateral, recidivante y por lo general no se resuelve por completo entre los distintos episodios. Un tratamiento inadecuado de esta uveítis puede evolucionar a ceguera.
  • Artritis Idiopática Juvenil: esta denominación engloba varias entidades que cursan con procesos de artritis inflamatoria en menores de 16años de edad. La uveítis se asocia al tipo de Artritis Idiopática Juvenil pauciarticular con ANA positivo, su incidencia máxima es de los 2 a los 8años de edad, por regla general es anterior y bilateral, de inicio insidioso, de carácter crónico en su duración.
  • Enfermedad de Kawasaki, esclerosis múltiple y policondritis recidivante: estas entidades pueden asociarse a uveítis.
  • Síndrome Sjögren: un pequeño porcentaje de pacientes con esta entidad puede desarrollar una uveítis secundaria a la sequedad ocular.
  • Lupus eritematoso sistémico: la uveítis anterior es una manifestación muy rara en los pacientes con lupus, lo más frecuente es presentar ojo seco o isquemia retiniana.
  • Síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada: enfermedad autoinmune que se manifiesta con una uveítis posterior bilateral con áreas de fluido subretiniano y/o desprendimientos de retina serosos bullosos, asociada a afectación neurológica/auditivo (meningismo, tinnitus o pleocitosis en el líquido cefalorraquideo) y dermatológica (alopecia, polinosis o vitíligo).

 

Folleto Informativo de la Sociedad Española de Reumatología