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Se trata de una manifestación extrarticular muy poco frecuente de la Artritis Reumatoide que se caracteriza por inflamación corneal importante, que  generalmente se asocia a una escleritis anterior. Podemos hablar de un auténtico “derretimiento” corneal, como consecuencia de la degradación de la matriz extracelular tras la actuación de las enzimas proteolíticas que liberan las células corneales al ser estimuladas por las citoquinas inflamatorias. Se trata de un verdadero proceso inflamatorio de origen inmunológico. El tratamiento se basa en medidas urgentes inmunosupresoras como altas dosis de prednisona, metotrexate y/o Ciclofosfamida oral y/o Azatioprina. Si bien no hay datos suficientes para afirmar que los Anti- TNF ni otros fármacos biológicos sean efectivos.