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Dr. Manuel Romero Jurado

Dr. Manuel Romero Jurado

14 octubre 2024

Artrosis de Rodilla: Qué Es, Cómo se Diagnostica, Síntomas y Tratamientos

La artrosis de rodilla, también conocida como gonartrosis, es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago que recubre los extremos de los huesos en la articulación de la rodilla. Es una de las formas más comunes de artrosis y puede causar dolor, rigidez y dificultad para moverse. En este artículo, exploraremos en detalle qué es la artrosis de rodilla, cómo se diagnostica, sus síntomas y los tratamientos disponibles, incluyendo el ácido hialurónico y el plasma rico en plaquetas (PRP), así como medidas preventivas y ejercicios recomendables.

Artrosis

¿Qué es la Artrosis de Rodilla?

La artrosis de rodilla ocurre cuando el cartílago que cubre los extremos de los huesos en la rodilla se desgasta gradualmente. El cartílago actúa como un amortiguador entre los huesos, permitiendo que la rodilla se mueva suavemente. Con el tiempo, el desgaste del cartílago puede llevar a que los huesos se rocen entre sí, lo que provoca dolor y limitación del movimiento.

La artrosis es más común en personas mayores, aunque también puede afectar a personas más jóvenes debido a lesiones, sobrepeso o predisposición genética.

Causas de la artrosis de rodilla

  1. Edad: El riesgo de desarrollar artrosis aumenta con la edad, ya que el cartílago se va deteriorando de forma natural.
  2. Sobrepeso y obesidad: El exceso de peso añade una carga adicional sobre las articulaciones, especialmente en las rodillas, lo que acelera el desgaste del cartílago.
  3. Lesiones previas: Traumatismos o lesiones antiguas, como fracturas, desgarros de ligamentos o meniscos, pueden afectar la estabilidad y función de la rodilla, contribuyendo al desarrollo de la artrosis.
  4. Predisposición genética: En algunas personas, los factores hereditarios pueden hacer que el cartílago se desgaste más rápidamente.
  5. Sobrecarga articular: Las actividades repetitivas, especialmente aquellas que implican cargar peso o movimientos intensos de flexo-extensión de la rodilla, pueden dañar progresivamente el cartílago.
  6. Alteraciones biomecánicas: Problemas en la alineación de las rodillas, como genu varo (rodillas arqueadas) o genu valgo (rodillas en X), aumentan el desgaste desigual en las superficies articulares.
  7. Enfermedades inflamatorias: Condiciones como la artritis reumatoide pueden afectar a las articulaciones y acelerar el proceso de degeneración del cartílago.

¿Cómo se Diagnostica?

El diagnóstico de la artrosis de rodilla generalmente se basa en:

  1. Historia Clínica: Se evalúan los síntomas que presenta el paciente, como dolor, rigidez y dificultad para moverse.
  2. Examen Físico: El médico revisará la rodilla en busca de signos de inflamación, rango de movimiento, crepitación (sensación de crujido) y estabilidad de la articulación.
  3. Pruebas de Imagen:
    • Radiografías: Pueden mostrar la pérdida de espacio entre los huesos, lo que indica el desgaste del cartílago, así como la formación de osteofitos (pequeñas proyecciones óseas).
    • Resonancia Magnética (RM): En casos más avanzados o si se sospechan lesiones adicionales, como daño en los ligamentos o meniscos, se puede solicitar una RM.
  4. Análisis de Líquido Articular: En algunos casos, se puede extraer líquido de la rodilla para descartar otras condiciones, como la artritis reumatoide o infecciones.

Síntomas de la Artrosis de Rodilla

Los síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor en la rodilla: Puede empeorar con la actividad o tras períodos prolongados de inactividad.
  • Rigidez: Especialmente después de estar en reposo o al despertarse por la mañana.
  • Inflamación: En algunos casos, puede haber hinchazón en la rodilla.
  • Reducción del Rango de Movimiento: Puede ser difícil doblar o enderezar completamente la rodilla.
  • Crepitación: Sensación o sonido de crujido al mover la rodilla.
  • Inestabilidad: Sensación de que la rodilla puede «fallar» o ceder.

Tratamientos para la Artrosis de Rodilla

El tratamiento de la artrosis de rodilla puede variar según la gravedad de los síntomas y las necesidades del paciente. A continuación, se describen las principales opciones terapéuticas:

1. Tratamientos Conservadores (no quirúrgicos)

  • Medicamentos Analgésicos y Antiinflamatorios: El paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
  • Fisioterapia y Ejercicio: Los ejercicios específicos para fortalecer los músculos que rodean la rodilla, como el cuádriceps, pueden mejorar la estabilidad y reducir la carga sobre la articulación. El ejercicio también mejora la movilidad y reduce el dolor.
  • Pérdida de Peso: Si el paciente tiene sobrepeso, reducir el peso corporal puede disminuir la presión sobre la rodilla y retrasar la progresión de la artrosis.
  • Dispositivos de Apoyo: Usar una rodillera o un bastón puede ayudar a reducir la presión sobre la rodilla afectada.

2. Inyecciones Intraarticulares

  • Ácido Hialurónico: Este tratamiento consiste en inyectar ácido hialurónico directamente en la rodilla. El ácido hialurónico actúa como un lubricante, ayudando a mejorar el movimiento y reducir el dolor. Suele utilizarse en casos de artrosis moderada. Un ejemplo es Durolane, que puede proporcionar alivio durante varios meses.
  • Corticoides: Las inyecciones de corticoides pueden reducir la inflamación y el dolor de manera rápida, pero sus efectos suelen ser temporales.
  • Plasma Rico en Plaquetas (PRP): El PRP es un tratamiento biológico que utiliza las propias plaquetas del paciente para estimular la regeneración del tejido y reducir el dolor. Aunque su efectividad varía entre los pacientes, es una opción menos invasiva que la cirugía.

3. Tratamientos Quirúrgicos

En casos más avanzados, donde los tratamientos conservadores no son efectivos, la cirugía puede ser necesaria:

  • Artroscopia: Es un procedimiento mínimamente invasivo que puede utilizarse para limpiar la articulación, aunque su utilidad en artrosis avanzada es limitada.
  • Osteotomía: Procedimiento en el que se corta y realinea el hueso para reducir la presión sobre la parte dañada de la rodilla.
  • Prótesis de Rodilla (Artroplastia): En casos graves de artrosis, se puede recurrir a la colocación de una prótesis, sustituyendo total o parcialmente la articulación dañada.

Medidas Preventivas

Aunque no siempre es posible prevenir la artrosis, existen varias medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo o retrasar su progresión:

  1. Mantener un Peso Saludable: El exceso de peso ejerce presión sobre las articulaciones, especialmente en las rodillas.
  2. Ejercicio Regular: Actividades de bajo impacto como caminar, nadar o montar en bicicleta pueden fortalecer los músculos sin sobrecargar las articulaciones.
  3. Evitar Lesiones: Usar calzado adecuado y realizar ejercicios de fortalecimiento puede ayudar a prevenir lesiones en la rodilla.
  4. Mantener una Buena Postura: Al caminar o realizar actividades diarias, una postura correcta puede reducir el estrés en las articulaciones.

Ejercicios Recomendables

El ejercicio es fundamental para el tratamiento de la artrosis. Algunos ejercicios recomendados incluyen:

  • Ejercicios de Estiramiento: Mantienen la flexibilidad de la rodilla.
  • Fortalecimiento Muscular: Trabajar el cuádriceps y los isquiotibiales para mejorar la estabilidad.
  • Actividades de Bajo Impacto: Nadar, caminar o hacer bicicleta estática son opciones excelentes para mantenerse activo sin dañar la rodilla.

Es importante que los pacientes consulten con un fisioterapeuta o médico antes de comenzar un programa de ejercicios.


Conclusión

La artrosis de rodilla es una condición común pero manejable. Con un diagnóstico temprano y un enfoque integral que incluya tratamientos como ácido hialurónico, PRP, fisioterapia y cambios en el estilo de vida, es posible controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Si tienes alguna duda o síntoma relacionado con la artrosis de rodilla, no dudes en consultar a un reumatólogo para una evaluación adecuada y el tratamiento más conveniente.

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